A las 6 de la mañana han encendido las luces del Refugio del Peregrino de Roncesvalles (si hubiera habido grillos, se habrían apagado, como está mandado). Nuestro protagonista ha emprendido camino a las seis y veinte. A mediodía (las 12, obviamente) ha llegado a Zubiri (23 km). Poco antes se ha cruzado con una aldeana a quien ha preguntado si le quedaba mucho para su etapa, parece que ésta le ha respondido que: "no mucho, apenas 3 km, pero hay una cuesta muy empinada hacia abajo". Curiosa forma de encarar las cuestas...
FXP nos reporta que al mismo tiempo que él han iniciado el Camino unas 250 personas. Sólo las primeras oleadas consiguieron alojamiento en los albergues, hostales y casas rurales en Zubiri, por lo que hubieron de habilitar espacio extra en el pabellón deportivo.
Cuando nuestro distinguido colega estaba estirando, se acercaron una canadiense (Joan) y un mexicano (Miguel) preguntando sobre las bondades de tal procedimiento. Como la muchacha manifestara dolor de espalda (sin duda a causa del tamaño transoceánico de su mochila), nuestro abnegado Edutoursiano PSP, le dio un completo masaje (no hay nada como los idiomas). El muchacho que adolecía de calambres (su mochila era, también, tamaño "king-size de luxe") le requirió para el mismo proceder, pero FXP, ya algo fatigado, no pudo sino obsequiarle con un plátano, fruto que, es sabido, contiene altas cotas de sodio, aconsejable para estos menesteres.
Quedó en partir a las 6:30 de la mañana siguiente con ambos.
La foto corresponde a la madrugada de hoy, al inicio de la etapa de nuestro amigo.