20/06/16 – DIA 7: GRANDAS-FONSAGRADA, 26,83 km, 7h28’ (A975-D613) – DE TANTO SUBIR: EL PAPATÚS

Iniciamos otra semana. Hoy vamos a caminar hasta Fonsagrada y hemos de recorrer una de las etapas más largas, con un fuerte desnivel de partida. Atravesaremos la muga entre Asturias y Galicia, y la dirección de las conchas cambia.
Salimos a las 7 menos diez; el camino sigue paralelo a la carretera, y en muchos tramos por la misma. A la altura del km. 8, ya caminamos por asfalto repechando 2 kms hasta Peñafuente, en que la abandonamos para subir por sendas por el Monte do Zarro. Dura subida, que parece no acaba nunca. ¡Cómo echamos de menos el cielo cubierto! Hoy el sol se ceba implacable sobre los caminantes.
Poco antes de alcanzar la carretera nos adelantan unos ciclistas portugueses, y arriba, en el cruce del carril con la carretera y el desvío a Bustelo, nos encontramos con Miguel Ángel, Nacho y su peña. Hacemos un alto para un refrigerio, y los camineros de carretera siguen por ella rumbo al Puerto del Acebo. Los demás contemplamos la senda que ¡sigue subiendo! Sobrepasamos los aerogeneradores que veíamos desde abajo; caemos de nuevo en la carretera y, ¡por fin! El Puerto del Acebo. Poco antes hemos dejado atrás Asturias y entrado en Galicia, después de bajar por el camino una buena parte de lo que hubimos de ascender. Los asfalteros, sin embargo, has subido por la carretera, de tratado mucho más tendido, y sin perder ni un metro de cota.
Nueva parada en el primer bar gallego "O Acebo". Unas cervezas nos restauran, nos despedimos de los carreteros y nosotros ¡seguimos subiendo! Por fin, desde lo alto de la serrezuela divisamos A Fonsagrada en la lejanía. Pero antes de nuevo carrertera durante otros 3 kms, en Fonfría nos desviamos para dar un rodeo a un cerrete, y en la bajada el Cronista ya va restado. Se nos han unido el colombiano y su hijo, en amena charla, en especial con Miguel Ángel.
Fonsagrada aún queda lejos y se hace necesario otro alto que reclama el Cronista en el Mesón Catro Ventos donde el citado se despacha una botella de litro y medio casi enterita él solo. Reemprendemos la caminata y cuando pasamos delante de la Ermita de Santa Bárbara en el caserío de Silvela, le sobreviene una pájara de la que es necesario descansar en unas mesas del área. Los colombianos siguen.
Tumbado en el frío suelo del atrio de la citada ermita, parece recomponer su alferecía. No obstante no es sino al ver su mochila arrastrada por sus compañeros que se han ofrecido como porteadores, que sale de su letárgico soponcio.
Y ya, sin desmayo, siguen hasta Fonsagrada, bajando, eso sí, para ascender bajo el sol aplastante a la entrada del pueblo, que hay que atravesar (1) hasta el Albergue Cantábrico, extraordinario, situado en pleno centro, donde les adjudican de nuevo una habitación privada para los cuatro. Este albergue, tras el de Tineo fue el mejor del periplo.
La comida: caldo gallego y pulpo a feira hasta hartarnos: nos ofrecieron repetir las veces que considerásemos oportuno, ofrecimiento -en nuestro caso- absolutamente innecesario. Un exquisito flan de queso fue nuestro postre y el precio, el consuetudinario: 10 € por comensal.
Tras la compostura de rigor y siesta subsecuente, en la gira turística, vuelven a compartir plática con Nacho, Jean Louis y Daniel

(1) ¿Es casualidad, o es nuestro miserable sino que casi sin excepción, los albergues a los que vamos SIEMPRE están en el lado opuesto al que accedemos a las villas y villorrios?

Quiero pelear con Edutours

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