PARA VOLVER A LOS ORÍGENES...
Edutours® nació, no como una curiosa agrupación de amigos montañeros, aunque luego una buena parte de su somatén derivara hacia ello, sino como una curiosa agrupación de amigos senderistas.
Al principio siguiendo las huellas de otros que nos habían precedido por esos caminos bellos y casi desconocidos, pero la mayoría de las veces al menos publicados. Y ya, más adelante, comenzamos a crear nuestra propias rutas.
Eso sí, no sé si consciente o inconscientemente, procurando desde siempre rehuir áreas demasiado frecuentadas y grupos (de pago) organizados o comerciales contra los que, hay que advertirlo, no tenemos nada en contra, pero no son nuestro estilo, ya que desde nuestros lejanos inicios quisimos aventurarnos en cualquier sentido y perdernos (perdón, extraviarnos) nosotros solos y sin ayuda externa.
Así pues, nos extraviamos (que no perdimos) decenas de veces (incluso en ocasiones varias veces en la misma ruta). Pero siempre "nos encontramos", aunque fuera en Noviembre a las once de la noche. ¿Se puede uno extraviar en el Cañón del río Lobos?, pues sí, si uno se empeña en salir, bien avanzada la noche, trepando (casi escalando) por donde no salen las personas de buen juicio. ¿Se puede aparecer en medio de una torada brava? También, si uno se empeña en saltar cercas a diestro y siniestro, hasta que un mayoral, asustado te pregunta que por dónde has entrado y se echa las manos a la cabeza preguntándose cómo es posible que -precisamente por ahí- hubiéramos entrado en la dehesa ocho personas. También es posible encontrase con que, en pleno invierno, en Gredos, tienes que vadear una garganta con el agua por la cintura, por aventurarse por caminos ignotos o, bajando del Calvitero, eso sí por bellísimos parajes a los que algún día regresaremos, aparecer ¡a 35 km de dónde habíamos dejado el coche! (había algo a quien echarle la culpa: a la niebla).
Pero bueno, son aventurillas y agua pasada que no mueve ya molino, pero con las que forjamos (¿qué menos?) nuestra experiencia, nuestra sabiduría y la cordura que ahora, en nuestra senectud, son nuestro más precioso acervo.
Todo ello viene a cuento porque, como de bien nacido es ser agradecido, mañana vamos a perpetrar una ruta puramente senderista, casi casi apta para cojos y no por ello menos bella, diferente, eso sí, a las de nuestras amadas montañas: hay que saber aprehender la belleza en cada lugar, y nuestra naturaleza patria es generosa en ella.
Vamos a remontar el Río Dulce desde La Cabrera hasta Jodra del Pinar aprovechando en parte el trazado del GR-10, subiendo junto a la Cascada del Gollorio (que debe estar ahora en su plenitud), para volver al río pasado el puente de la carretera GU-118 y continuar hasta Jodra.
Precisamente cerca del puente, un pastor hace ya varios lustros nos habló de un tema que ahora está de plena actualidad: los ataques de los buitres (aves hasta entonces sólo carroñeras) a los rebaños ante la falta de alimento.
Y es que, como he repetido infinidad de veces, tenemos que aprender mucho de los pastores que pasan muchas horas en soledad, siendo unos magníficos observadores de la naturaleza y, por ende, sabios.
¿Y dónde vamos a "cehacheefearnos", pues en nuestros figoneros de honor, que desde hace más de una década, lucen en su honesta barra el diploma que les acredita como tales, amén de las fotografías que decoran sus paredes con escenas de algunas de nuestras singladuras: CASA GOYO en Saúca (¿dónde si no?). Algunos iremos caminando desde Jodra, y como otros han de volver a por el coche que habremos dejado en La Cabrera, a buen seguro llegaremos, incluso, antes.
Bonita ruta para floj@s jubiletas 🙂 Pasadlo muy bien !!
Envidia, mucha envidia! Ya te gustaría flojear amb nosaltres...
Algun día tendremos que llevar al DD a hacer esta ruta para ver si cambia de opinión.