Se anuncia a devotos (y devotas), amigos (y amigas), adictos (y adictas), simpatizantes (y simpatizantas) de La Cosa, que este sábado 18/02, por minoría selecta iremos al Alto Rey.
Este Cronista ignora muchas cosas, entre ellas si habrá o no nieve (y si sí, cuánta). En cualquier caso es de esperar que haya hielo y, posiblemente, cencellada. Por consiguiente, es conveniente ir provistos (y provistas) de crampones (y cramponas) y bastones (y bastonas). Quien no tenga o no quiera cargar con ellos, se expone a tener que darse la vuelta (Aviso: los demás seguiremos).
Otrosí, era nuestra intención (EN ATENCIÓN A ALMUDENA), retomar la cadencia de las semanas pares. Para ello pensamos hacer una salida el 25/02, pero ese día los más ancianos (la flor y nata) hacen penitencia con un cocido lucido y no estarán para triscar. Ante esa imposibilidad, habíamos discurrido entonces (portento que se produce alguna vez) saltar una semana y retomar la actividad el 10/03, peeeeero, esta Dirección de Crónicas ha recibido una petición de un antiguo edutoursiano de galaicas tierras procedente para incursionar por la Sierra Norte el 03/03, único día que tiene disponible después de acabar un congreso al que acude, con lo que la siguiente será también en semana impar.
Pensamos (y dale) darle una oportunidad a Almudena y asimilados (y/o asimiladas) el 24/03, pero proballemente nos iremos al Pirineo el finde del 17/03: un lío, vamos. No obstante, se recuerda a la citada (y/o asimiladas), que tienen a su disposición al experto arreglador de bicicletas que con su acendrada experiencia liderará sus eventuales singladuras. Alternativamente, F2+A, que está enviciado con la montaña y es un ansioso que sale (prácticamente) TODOS los sábados, se ofrece para acompañarla: no tiene indudablemente la misma experiencia en mecánica bicicletera, pero puede suplir ventajosamente las expectativas.
La ruta de este próximo sábado al Alto Rey es de dificultad media. con un desnivel acumulado de 830 m, 18,5 km, circular volviendo a Prádena de Atienza (donde comenzamos) por el río Pelagallinas. Es muy recomendable para saciar la necesidad de contemplar bellos panoramas. Ya sabéis que una leyenda, dicen que celta; nos cuenta que un padre harto con sus tres hijos que se peleaban constantemente decidió convertirlos en montañas, de manera que pudieran siempre verse entre ellos, pero no tocarse. Al mayor lo convirtió en el Moncayo, al mediano en el Ocejón y al pequeño, al parecer su predilecto, en el Alto Rey. Las tres montañas son muy prominentes con respecto a las zonas en las que están ubicadas. El Alto Rey, "Santo" para algunos, y en cuya cima hay una ermita (en su origen muy antigua, hoy de nueva factura) cuenta sin embargo con leyendas de apariciones satánicas. Y, por supuesto, desde cada una de estas tres montañas se divisan las otras dos. Desde el Moncayo, además, en días claros se alcanza a ver el Pirineo: es decir que se abarca casi media España: desde Huesca a Guadalajara (¡casi ná!)