"Al que madruga, Dios le ayuda (y, además, llega antes)".
Es una variante de nuestro correcaminos ("Run, Félix, run!) del aforismo clásico. Os propongo que en lugar de FXP, le llamemos en adelante RFR, de run, Félix (que no Forrest), run.
Para conjurar los calores parameros, esta mañana, también, ha madrugado nuestro amigo y ha comenzado su andadura ¡a las cinco y cuarto! Ya le hemos advertido que ande con cuidado por varias razones: la primera y más importante porque con su ojo de halcón, a esas horas no puede sino ir en solitario, y encima sin frontal porque lo ha perdido. Sólo falta que por un tropiezo tonto se pegue una guarra (entiéndase chufa, castañazo, golpe, estacazo, leñazo, etc. No se malinterpreten las expresiones de este Cronista) y se quebrante su sagaz ojo. La segunda porque a este paso va a tenerse que levantar antes de haberse acostado, lo cual, como todos sabéis, es un contrasentido.
Dejando de lado divagaciones marginales, y volviendo al meollo de este asunto, RFR nos reporta que a esas horas había exactamente 8,5 ºC, el camino estaba desierto y no había mar alguno que bañara la piel de mariaisabel.
A las 8:16, saca la foto que ilustra este artículo, y nos cuenta que el paisaje empieza a cambiar, trocando páramo por bosques de robles, encinas y pinos (quercus y pinus, no podemos ser más precisos). Todos los pueblos son "... del Camino" y la Virgen homónima está repartida abundantemente por doquier (entiéndase imágenes de la Virgen, no la Virgen en sí misma).
A la memoria de nuestro decano amigo vienen recuerdos de treinta o treinta y cinco años atrás: tenía unos vecinos leoneses y la vecina se llamaba Camino (del esposo no recuerda nombre). A la hija la llamaban "Caminín" y parece que esta última mostróle al hijo de RFR, Dani, ya citado en esta tribuna, los fundamentos de las ciencias del amor en las que puso denodado interés en años posteriores, llegando a doctorarse "cum laude" (sic, sic, sic).
Al llegar al albergue de Astorga, tras cinco horas y cuarto de marcha y 23,5 km de recorrido, coincide nuevamente con un holandés que está recorriendo el Camino desde su país: salió el 3 de Julio y aventaja en edad a nuestro amigo: todo un ejemplo, reporta RFR.
Salen juntos a dar una vuelta por la histórica ciudad, y en un mercadillo compran fruta para mañana. Más tarde, menú del peregrino (9 €) y un decente sesteo, renuevan su cuerpo y su mente, quedando niquelado para visitar el palacio de Gaudí , el museo del chocolate, y leer la prensa, que hace días que no hojea. La tele ni la ve: está desconectado y manifiesta que se vive muy bien así. (¡Ojo! que como aparezca algún político y se entere, lo encausa)
También ha "pillado" la puesta de sol y nos transmite su conclusión: "¡Definitivo!: Hay que acostarse a las 9 y levantarse a las 5".
Para la cena han convenido con el cocinero italiano Carmani unos buenos espaguetis.

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