Como dice el refrán, no se puede repicar y estar en la procesión, y eso es lo que le ha ocurrido al Cronista al intentar simultanear las actividades redactoras con las peregrinas. Careciendo de la infraestructura necesaria, no le ha sido posible reflejar el dia a dia de nuestro protagonista y héroe, aunque ha tenido a cambio la oportunidad de compartir con él experiencias. Ha valido la pena.
Asi pues, a pesar de no estar definitivamente regresado (ya incorporaré las fotografias a lo largo de la semana próxima), me pongo de nuevo en contacto con cronopios y cronopias, que, a juzgar por lo poco que me llega por ''guasap'' andan revueltos.

ETAPA 25: Samos - Ferreiros (25,5 km - 7:30 horas)
La lluvia ha cesado. Otra vez las primeras luces del día le muestran a RFR un maravilloso bosque. Va caminando al borde del rio Sarria y al rumor del agua se une el canto de cientos de pajaros (se refiere a las aves, porque a esas horas los políticos están aún descansando de sus arduas tareas, ni tampoco cantan, solo faltaría) se alegran con el regalo de un día más. Las aldeas que atraviesa aroman a mierda de vaca. De pronto, se aparece ante él una joven que le muestra un papel rogándole que lo lea: piden un donativo para una supuesta asociación de sordomudos. En realidad se trata de una banda de timadores rumanos que esquilman con el truco las faltriqueras de los peregrinos.
Él al lo suyo que es disfrutar del paisaje, que a Lisa (la irlandesa) le recuerda su país
Cuando le faltan apenas 2 km para llegar a su destino, ve un individuo que viaja en sentido contrario, veloz y sin mochila. Piensa que se trata de otro pirado que regresa de Santiago. Mas, a medida que se acerca, sus rasgos le suenan familiares: 'Como se parece al Puma!, ¡C..., si es el Puma! Comida comunal con sus colegas.
Por su parte, a éste le costo cierto trabajo encontrar el albergue de Mercadoiro pero al fin dio con él. Como queda dicho anteriormente, RFR estaba de camino hacia Ferreiros, a 4 km antes de Mercadoiro), asi que sin mochila, con gorra y bastones iba al encuentro de RFR. Se tropezó con el, con Cristóbal, Jaime y Esteban un par de km antes de la aldea. Siguieron (desandando el Cronista camino) y en el primer albergue de Ferreiros tomaron plaza para asentar sus reales (a excepcion del Cronista, que estaba en Mercadoiro). Excelente comida en el Meson Milladoiro y mas excelente aun el servicio . (callos con garbanzos, lomo plancha con patatas, tarta de queso y chupito de herbas: 8 €) Tras una somera siesta a la intemperie, el Cronista se regresa a Mercadoiro porque amenazaba lluvia y se había dejado la ropa de agua. A la caida de la tarde, sin embargo, vuelve a salir el astro rey, por lo que es reperido por RFR para volver a Ferreiros y compartir asi la cena grupal. Vuelve, pues (esta vez en coche). A los postres tiene lugar una ceremonia solemne en la que, flanqueado por monjes guerreros, fue investido Cristóbal Caballero de la Orden del Templo. Debidamente genuflexionado recibió en sus hombros la confirmación con la espada del Maestro oficiante. Tras ello, cada mochuelo a su olivo, porque se ha puesto a llover y mañana hay que madrugar.

ETAPA 26 Ferreiros - Eirexe: 25,5 km - 7 horas)
RFR nos da su relato de la ceremonia nocturna: A la luz de unas farolas, tras la cena, se organiza una ceremonia para investir Caballero de la Orden del Templo a Cristóbal. Nuestro héroe hizo de Maestre y se confeccionaron los trajes con sábanas deshechables. Pronunció un solemne discurso que provocó a partes iguales risas y emoción tanto al nuevo Caballero como a los presentes (el "equipo" habitual y los espectadores del figón.
Por la mañana, vuelta al mesón para el desayuno. En un momento dado, la dueña, madre de a moza que el dia anterior les atendió, repara en algo que no es de su agrado y exclama: Téngome que acordar de matarla en cuanto la vea (por la hija, obviamente). En Mercadoiro se incorpora al Camino en Cronista, aseado, desyunado y aliviado. Toda la noche lloviendo y en este albergue el agua entraba por la ventana del lavabo, detalle en el que repara cuando se le moja mochila e instrumentos varios. Mientras esperaba a los de Ferreiros, que traíanle su gorra olvidada la jornada anterior y al abrigo del zaguán, escribe el borrador de la crónica del día precedente. Llegan a Portomarín, visitando brevemente su iglesia fortificada, rescatada de las aguas del pantano de Belesar, casi vacío. El camino le trae recuerdos a nuestro héroe de cuando holló estas mismas tierras con su hijo Dani hace unos años, y al Cronista cuando, joven, veía a esta villa, recién reconstruida, con su familia. Siguen Camino, y tras un alto técnico para reponer fuerzas, llegan a Eirexe, al albergue de la Xunta. La rodilla del Cronista ha respondido, y RFR reporta haber descubierto que hay engaño con lo de su operacion, que no fue de menisco, sino un implante de rodilla biónica, porque va como una moto, toda la mañana viéndole por el retrovisor. Santiago está ya cerca, poco mas de 70 km. El viernes probablemente lleguen.