ETAPA 29 Pedrouzo - Santiago (20 km - 4h30)
También hoy madruga la mesnada para llegar a Santiago a la misa del peregrino a las 12. Asi que tocan diana a las 5 y a las 5:45 ya están desayunados y echan a andar. A la salida de Pedrouzo se encuentran con una pareja italiana, que ya conoce al equipo de otras etapas, y que están aguardando a alguien para internarse en el proceloso bosque. A las siete aproximadamente comienza a llover cuando están rodeando el aeropuerto de Lavacolla. Allí se separan de los italianos mientras visten sus ropas de agua que ya no se quitaran hasta Santiago). Aún es de noche, y a partir de ese momento los vericuetos cambiando de camino, carretera, rúa, etc. son constantes y con un molesto añadido: deja de haber hitos, así que no saben cuánto queda para llegar a la meta. La lluvia arrecia y en un bar del camino, un hotelero amargado les atraca unos cafés y unas tartas, ante la impaciente vigilancia de Cristobal. El arco iris pone un bello contrapunto al reinicio de la marcha.
El camino es ya un rosario de peregrinos a distintas velocidades. Siguen las subidas, bajadas y cambios de camino. De pronto, ya en zona aparentemente urbana, aparece un indicador: "A la Catedral 4,7 km" (¡Aun!)
Callejeo monótono en la ciudad, rodeando plazas y sorteando tráf¡co. Al final llegan al Seminario Menor. La hueste se registra y aloja (15 € habitación individual con lavabo, ¡todo un lujo!) partiendo raudos a la misa del peregrino.
Luego los que así lo desean y merecen hacen cola para recoger su acreditacion. Comen mal, aunque barato en un restaurante de medio pelo, y se echan la siesta.
Nueva visita a la catedral para una segunda misa con botafumeiro incluido. Las calles de Santiago bullen de alegría con musica de todos los estilos. Preguntan a una santiaguesa donde cenar, y les recomienda la Bodeguita de San Roque, en donde se juntan diez cruzados (Cristóbal, Félix, el ni-ni, el italiano Flavio, Jaime el mexicano, Iratxe, el Puma, Iñaki, Esteban y Lisa la irlandesa) para la cena (muy buena) de despedida.
¿Se acabó el camino? Como decia la tabernera de Ferreiros, el camino no acaba en Santiago, sino cuando se llega al final de la vida

A todos cuantos lean estas líneas, hayan o no seguido lo acontecido al Peregrino Félix y a su modesto relator que no hayan hecho el Camino, el Cronista les recomienda encarecidamente que lo hagan, siguiera cuatro o cinco jornadas. No es necesaria ninguna motivación, pero después de transitarlo, tendréis otra mirada distinta.

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