No se trata del nombre de una nueva sima, sino de una expresión matemática, el Cronista aclara.
A petición de varias cronopias edutoursianas (y también algún cronopio), vamos a hollar de nuevo una de las más bellas rutas del amplio "catálogo" de La Cosa (1). Tantas ya, que el Cronista ha perdido la cuenta: no sabe a ciencia cierta si han sido 11 ó 12 veces. Además es una ruta cuya convocatoria atrae a mucha gente, a pesar de ser repetidora, lo que demuestra su belleza e interés.
Para quienes vayan a hacerla por primera vez, les garantizamos la contemplación de paisajes espectaculares (yo diría que mágicos en algunos puntos) y la aventura: hay que descender por un bellísimo pasillo al final del cual hay un sumidero (afortunadamente seco hace eones). Hace doce años los zapadores de Edutours® lo hicieron transitable colocando un tronco y una escalera (traida desde la comarca de Atienza).
Es una ruta que se fué creando gracias a nuestros avezados exploradores que investigaron pasos ignotos, hasta dar con el trayecto circular que proponemos hoy en día.
Empezamos el rastreo de estos parajes hace dieciséis años y han sido muchos los que luego han seguido nuestros pasos, a pesar del empecinamiento de una compañía eléctrica (una de las que están en boca de todos en estos días) por impedirnoslo.
Como prevemos una numerosa asistencia, vamos a obviar el "somier" (quienes ya han venido lo conocen perfectamente) y, en lugar de adentrarnos en el lóbrego (pero con bellas vistas al Cañón del Júcar) túnel, iremos por el monte.
Las emociones están garantizadas.
La convocatoria es para el sábado 4 del próximo mes de febrero.

(1) Dicho sea de paso, consta de casi 700 rutas por la geografía patria, de las cuales aún quedan por hollar aún casi 200, si bien muchas, como la que nos ocupa, las hemos repetido varias veces)