Al final fuimos 18, quienes, mayoritariamente féminas, nos fuimos a la "tradicional" por los Cortados de Uña. El día estuvo lluvioso y ventoso (vamos que no era lo que llamaríamos un magnífico día).
La bajada por el Royo en Las Catedrales tuvimos que hacerla auxiliados por una cuerda, por lo resbaladizo del piso, y decidimos obviar el recorrido hasta el Acueducto del Molinillo. La escalera que trajimos de las Salinas de la Olmeda acabó sus días, al igual que antes lo había hecho a la que sustituyó, y ha sido reemplazada por otras dos bien robustas.
La mitad del somatén, al llegar al punto en el que discurren paralelos la pista del Molinillo y el canal, bajamos a éste, retrocediendo hasta el túnel con la puerta candada.
En ese punto, y en un fatal mal paso, Cristina cayó desde un pequeño desnivel con resultado de una lesión de cierta consideración (rotura de ligamentos en la rodilla, aunque aún está por determinar si es parcial o no). Gracias a las providenciales barandillas (instaladas hace siete años, antes el recorrido era "a pelo") pudo recorrer a la pata coja los 1200 m que nos separaban de la pista en donde la recogimos en coche.
El otro cincuenta por ciento del somatén (compuesto exclusivamente por féminas) nos estuvo aguardando pacientenmente en el bar mientras los demás completábamos nuestro accidentado periplo.
Volveremos en primavera, cuando no llueva.

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