LA VIRGEN DE EDUTOURS Y SAN CUCUFATE
Desde estas líneas hemos glosado repetidas veces que esta Afamada Casa tiene la gran fortuna de contar con la protección de nuestra propia Virgen, que, ya desde finales del pasado siglo, ha velado por nosotros enviándonos socorro cuando lo hemos necesitado (y sin pedirlo, por añadidura).
Ora en bicicleta en Despeñaperros una noche de diciembre, ora en las Hoces del Duratón, también de noche, en el Cañon del Río Lobos, en noviembre, a las 11 de la noche, en el Río Cofio, cuando Félix se rompió un brazo (y casi la crisma), esta vez de día. En Neila, en el Collado de Lagunillas, en 4x4, regresando de la Sierra Gorda, también de la misma guisa y con nocturnidad, cuando aún ni siquiera éramos conscientes de que estábamos perdidos (perdón: extraviados), etc. etc., nuestra Virgen nos ha enviado el adecuado soporte logístico.
Por ello, en Edutours hemos sufragado la correspondiente Imagen de Nuestra Señora de Edutours, que procesionaremos cada vez que, por su intercesión, nos llegue su auxilio. Vamos que lo del Rocío se va a quedar corto.
Item más, y dada la tendencia milagrosa de hallar objetos de variada índole que vamos perdiendo en nuestras incursiones al cabo, incluso, de varias semanas (el último ha sido el hallazgo en las proximidades de Los Colgadizos de unas gafas que Félix había perdido en diciembre, encontradas en el mismo lugar la semana pasada) nos hemos hecho con otra imagen, esta vez de San Cucufate o Cucufato, pues sabido es el dicho:
"San Cucufato, los cojones te ato, y hasta que no aparezca (el objeto perdido), no te los desato". En realidad, más que jaculatoria, parece una amenaza, innecesaria en nuestro caso, pero nos gusta perseverar en el acervo tradicional. Así, cada vez que aparezca algún objeto de los que perdemos, procesionaremos, igualmente, a Nuestro Santo Cucufato.
Me inclino por nombrar al santo como Cucufate, aunque comprendo que por razones de prosodia es más acertado el de Cucufato, el sábado pasado ya hizo un milagro que merece un lugar destacado en nuestro catálogo de acontecimientos extraordinarios: el hecho milagroso fue que, mediante su intercesión, nos alargó a los cuatro, que realizamos la marcha, en más de 6 Km el recorrido de la misma y no sólo no nos cansamos, sino que nos sentimos muy agusto por el milagro del alargamiento !Qué dicha tenerla tan larga!