PIE TRAS PIE Y TRASPIÉS
Hace dos semanas, el sábado 23/09, tal como habíamos anunciado, hollamos la Hoz Somera, por la que discurre el arroyo homónimo, tributario del Guadiela, al que rinde sus aguas en la Hoz de Tragavivos, en plena Serranía, cerca de Carrascosa y de la Herrería de Santa Cristina (1). Hacía más de dos lustros que no la recorríamos y pudimos comprobar que la maleza, sin duda por el escaso tránsito, se ha adueñado del paraje, llegando en algunos puntos a desaparecer el sendero y haciendo imposible alcanzar las ruinas de lo que fue molino, prácticamente desaparecidas actualmente. Sólo en la parte superior, ya al pie de Los Castillejos, es fácil el recorrido, "ayudado" por carteles desinformativos (2).
En el inicio, cerca del Puente de las Tobillas nos encontramos con otro grupo, tan sorprendido como nosotros al vernos, pues estos parajes son realmente poco frecuentados. Eran buenos conocedores de la zona ("su zona" pues eran conquenses), y estuvimos departiendo luego con ellos en el bar de Carrascosa, donde también tuvimos la oportunidad de reencontrar a Nati, histórica mesonera de esta Casa (o Cosa) en aquellos pagos y que ahora regenta una casa rural que recomendamos naturalmente.
Ayer perpetramos (o nos perpetraron, que opiniones haylas y encontradas) una ruta por los bellos parajes del Cañón del Jarama y aledaños, partiendo de Tortuero y pasando por Valdesotos, Retiendas y lo que queda del Monasterio cisterciense de Bonaval fruto de la desidia de sus propietarios. Sin negar el indudable interés de la ruta y el acierto en su elección, es justo hacer constar que fue bastante errática, con varias idas y venidas buscando los caminos que se negaban a manifestar su presencia, por mor de una deficiente preparación. Es imprescindible una buena planificación antes de comenzar una andadura teniendo claro por donde transitar y para ello un teléfono (por muy inteligente que sea) con una ruta descargada de internet no es lo mejor (posiblemente es lo peor si, además, no se maneja adecuadamente). El resultado es que acabamos casi de noche, por vericuetos improvisados, y con el Cronista casi agotado, al pie de una carretera por la que nadie pasaba, acompañado nada menos que por la milicia (no en calidad de detenido, sino auxiliado) y que tuvo que ser rescatado en coche por Miguel Ángel. Baste decir que desde ese punto al caserío de Tortuero (inicio y fin de la ruta) el trayecto en coche demora unos quince minutos (6,5 km), aunque atrochando por un medio barranco sólo es media hora y 2 km, que Pablo y el Cronista, ya casi caída la noche se prestaban a acometer cuando apareció el motorizado salvador.
En resumen: los confederados hicieron un recorrido de 24,7 km y el dúo disidente "sólo" 23,5 km superando ambos somatenes las 9 horas de marcha.
(1) Lugar con resonancias cervantinas, porque, además de que es muy probable que el célebre manco pasara largas temporadas aquí, su hija Isabel matrimonió con Luis de Molina, propietario de la "ferrería" que daría nombre al lugar y de donde salieron las verjas forjadas que ornan la catedral de Cuenca
(2) Además de estar mal orientados, son absolutamente kafkianos, véase: 1. Carrascosa de la Sierra: 2,3 km, 39min - 2. Carrascosa de la Sierra (Variante de recorrido corto): 2,7 km, 50 min. (????) ¿Qué lumbrera habrá instalado o supervisado su colocación?
Veo que no cambias amigo cronista, sigues teniendo el gusto por el "extravio"... Lo único que ha cambiado es que avisas de las rutas cuando ya han terminado 🙂 A disfrutar...
Quise creer que la dirección de la ruta (que no era mía en esta ocasión)sería menos imperfecta de lo que resultó ser. Pero claro está que la fe no es suficiente
jajajaja oarece parece mentira que a estas alturas sigas creyendo en el ser humano-senderista 🙂