En fecha tan lejana como el año 1994 empezamos a crear una base de datos con nuestras excursiones, si bien no fue hasta el 18/03/97 en que, además de la base de datos comenzamos a escribir las Crónicas de cada ruta en las que, además de los datos objetivos (distancia recorrida, tiempo, meteorología, desnivel, etc), hacíamos un breve resumen de lo acontecido en cada jornada, procurando que fuera en clave de humor.

Con el tiempo, las Crónicas evolucionaron incorporando más datos (perfiles, proyección en 3D, etc) auxiliados por los registros de GPS que incorporamos dos años después, en una ruta al pueblo de La Vihuela y al Cerro de San Cristóbal, en las Serranías de Guadalajara rayando con la provincia de Madrid. El viejo GPS12 de Garmin, traído de E.E.U.U (allí costó 30.000 pesetas y en España valía 50.000 = 180/300 €, que hoy equivaldrían a unos 550 € aproximadamente), nos prestó grandes servicios y aprendimos a extraviarnos con GPS, que es mucho más distinguido y meritorio que hacerlo con brújula. No podíamos, no obstante, prescindir de los mapas, porque ese modelo de GPS, muy rudimentario, no señalaba sino la dirección a seguir, sin asomo de cartografía.

Tampoco había mapas digitales y nos comprábamos las hojas del Servicio Geográfico del Ejército a escala 1:50000, que costaban 200 pesetas (poco más de 1 €). El IGN no tenía por entonces publicadas todas las hojas a escala 1:25000, que costaban 250 pesetas la hoja, y para cubrir la superficie que abarcaba 1 hoja de 1:50000, había que aflojar 4x250 = 1000 Pta (6 € ). Escaneábamos la parte de la hoja donde se ubicaba la zona que íbamos a recorrer y calibrábamos el fichero jpg así obtenido fijando con el programa adecuado (Fugawi, OziExplorer) al menos tres coordenadas, y ya teníamos donde trasladar rutas y "tracks" hacia y desde el GPS. Naturalmente el datum, proyección, etc. de los mapas debíamos tenerlos en cuenta a la hora de calibrar para evitar errores.

Hoy día, nos podemos descargar gratuitamente todas las hojas del IGN a 1:25000 e incluso a escalas menores (1:5000, p.e.) que nos permiten un nivel de detalle impensable entonces. Por otra parte, aquellos mapas tenían numerosos errores, ubicando, p.e., construcciones a 1 km de donde se encontraban realmente, así que navegar por la montaña era un deporte con un componente azaroso notable ¡Cuántas veces se nos ha echado la noche encima, intentando descifrar a qué núcleo de población pertenecían aquellas luces que veíamos en la distancia!

No queríamos reconocer que nos habíamos perdido inmisericordemente aunque, eufemísticamente, argüíamos que "técnicamente no estábamos perdidos, sino extraviados". Más de una vez, y más de una decena, si teníamos la suerte de encontrar en la negrura de la noche a alguien y le preguntábamos, la primera reacción era de incredulidad infiriendo que éramos unos orates escapados de un manicomio para después, ante nuestras prolijas explicaciones de qué itinerario habíamos seguido, definitivamente sentenciar que estábamos locos de remate. Y eso nos ha pasado en múltiples lugares de la geografía patria: Burgos, Soria, Guadalajara, Cáceres, etc. etc.

Por otra parte, solíamos hacer rutas a veces alejadas de nuestro cuartel general en Madrid, p.e. a Castro Valnera (en la raya de Burgos con Cantabria), a Despeñaperros (en el límite de Ciudad Real con Jaén), a las Hoces de Sobrón (Burgos/Araba), etc. Rutas de ida y vuelta en la jornada. A veces llegábamos a casa a las 2 ó 3 de la madrugada, porque cenábamos (nuestros CHF*) cerca de donde habíamos acabado la ruta, y había que volver a casa.

Resumiendo, a pie, censadas y descritas, hemos hecho rutas que totalizan a día de hoy 8676 km en 28 años lo que nos ha permitido conocer sitios maravillosos y, además, aprender a no perdernos (aunque esto último, a veces, lo echamos de menos).

Tenemos en nuestra base de datos más de 750 rutas, de las cuales hemos recorrido unas 450 (algunas hasta una decena de veces) y han venido con nosotros más de 425 personas distintas (y no somos una agencia). Algunas, incluso, han insistido demostrando su insensatez ; sólo recordar que para entrar en el HOF**, se necesita haber participado al menos 10 veces y en ese "cuadro de honor" sólo están 43, de lo que se infiere que cuatro centenares no tomaron suficientes dosis de Edutoursiol^® ***.

De todo ese "catálogo" de rutas, unas 370 son de nuestra propia factura y nos proponemos ir publicándolas poco a poco por si a alguien le pueden interesar. Hasta ahora no lo habíamos hecho, por un lado por falta de tiempo y por otro por querer guardar para nosotros esos rincones que tan gratos momentos nos han proporcionado. Esperamos que quien se anime a emprenderlas tenga el mismo cuidado y respeto por la Naturaleza que nosotros tuvimos al recorrerlas y que lo único que deje tras de sí sean las huellas de sus pisadas.

Es posible que también publiquemos alguna que otra ruta de la que no somos autores, por considerarla especialmente relevante o por cualquier otro motivo. En ese caso indicaremos siempre la fuente.

Por último, una advertencia importante: dado que algunas de las rutas que subiremos al blog se hicieron hace varios años, no hay garantía alguna de que los sitios por donde pasamos entonces tengan franco el progreso, bien por simples limitaciones al libre tránsito de los propietarios de los terrenos, bien porque la maleza haya invadido total o parcialmente sendas y trochas imposibilitando el paso. Nosotros mismos nos hemos encontrado a veces con que una ruta que habíamos recorrido con mayor o menor dificultad, se había vuelto infranqueable con el devenir de los años y ya no podíamos pasar ni con el auxilio del machete que, en ocasiones, llevamos para estos casos.

* Consabidos Huevos Fritos ⁽¹⁾

** Hall of Fame

*** Ver modo de empleo en la entrada correspondiente

Nota: En Edutours^® tenemos un vocabulario propio (una especie de argot o germanía) cuyo "diccionario" verá la luz algún día para conocimiento del común.

_{(1) Es tradición consuetudinaria (casi desde los inicios de La Cosa, o sea Edutours^®) acabar nuestras jornadas ruteras en un figón (o en su defecto en una tasca cualquiera), y el plato obligado son los huevos fritos y sus compangos (chorizo, morcilla, lomo, etc), patatas fritas y quizás una generosa ensalada, regado todo con igual generosidad con vino y gaseosa y, si se tercia, algún cordial, Pero sin abusar, especialmente los conductores. En ese acto de hermanamiento se aflojan las tensiones de la jornada y son un complemento imprescindible de la ruta. La camaradería y el buen humor ponen el colofón a la jornada montaraz. Sin CHF, Edutours^® no sería lo que es.}