EMBALSE DE ENTREPEÑAS - I


DATOS TÉCNICOS
Tipo de ruta: circularDesnivel neto: 211 m
Fecha: 22/03/25Distancia recorrida: 7,1 kmDesnivel acumulado: 216 m
Núm. de participantes: 3Tiempo empleado: 3h15
EMBALSE DE ENTREPEÑAS - I

Con escaso quórum debido a la meteo adversa, y a que otros aguerridos cronopios, avezados en el arte de caminar por veredas y campos encharcados están ausentes, el Cronista considerando plantear una ruta sencilla, pensó inicialmente en Entrepeñas, subiendo por las antiguas instalaciones de construcción de la presa al Monte de la Veguilla y seguir hasta la Ermita de la Virgen del Madroñal, bajando desde allí a la ctra. de Alocén. Pero, investigando en Wikiloc, encontró otra alternativa más interesante, aguas abajo de la presa, zona que desde hace muchos años deseaba explorar.

La verdad es que fue una sorpresa y muy posiblemente constituirá el punto de partida de futuras singladuras porque la zona promete mucho en cuanto a paisaje e historia.

Aparcamos en la zona ajardinada del Poblado de la presa, aún con algunos residentes y bajo un tingladillo nos ataviamos con nuestras mejores ropas de agua, porque el día está (muy) entrado en id. y la lluvia no va a cesar en todo el trayecto, aunque en modo alguno será torrencial.
Tomamos unas escaleras que bajan junto al muro directamente hasta la central eléctrica de pie de presa, que en su tramo final presentan cierta dificultad dado su estado de abandono total. Fransuá resbala y está a punto de sufrir un esguince.

Ya en la carretera de acceso a la central, construida probablemente sobre el trazado del antiguo Ferrocarril del Tajuña (que llegaba hasta Alocén), desmantelado al construir la presa, avanzamos hasta el Puente de Auñón, desde donde retrocedemos por un carril hasta el edificio de una antigua central eléctrica, reconvertida hoy en escuela de piragüismo, que habíamos dejado atrás unos 250 m antes. Un gigantesco plátano preside su frente.

Volvemos al puente y tomamos la carretera que se construyó provisionalmente para sustituir al tramo de la N-320 (que obviamos y hoy es carretera de servicio de la margen izquierda) que seguía por las Entrepeñas y dejaba a manderecha la Boca del Infierno, rodeando lo que hoy es isla para, tras girar 180°, enfilar hacia Sacedón. Este trazado primitivo quedó aguas arriba de la presa, y por tanto anegado. En la Boca del Infierno hasta hace no muchos años podían verse parapetos con sacos terreros, vestigios de la Guerra Civil. Actualmente la N-320 discurre por la cimera de la propia presa.

Este tramo está bastante deteriorado, aunque es practicable para turismos y cerca ya del final presenta un tramo en visera, excavado el la roca calcárea. Desde él se divisa la ladera opuesta del cañón, y sus buitreras, muy interesante.

Al final de la ctra. hay un "castillo" con un mirador volado sobre el acantilado, pero está cerrado. También hay una pérgola, con sabor "kitsh" muy de la época de la construcción de la presa.

Por unas escaleras subimos a la carretera y atravesamos la presa. El embalse está casi a su nivel máximo (apenas dos o tres metros para alcanzar las compuertas). Pese a que vemos unas escaleras prometedoras por donde seguir nuestra ruta, el Cronista se empecina en seguir por la carretera, lo que implica atravesar el túnel (muy molesto por el ruido del tráfico).

Subimos al poblado y, tras llegar a una pequeña alberca, vemos arriba un cobertizo donde poder dar cuenta de nuestro viático protegidos de la lluvia. Nos lleva la operación escasos 15 minutos y, antes de quedarnos fríos reemprendemos la marcha, volviendo a la alberca y subiendo por un semiperdido carril hasta un pequeño embalse que el Cronista tenía como referencia para encontrar el camino hacia las ruinas de las instalaciones de construcción de la presa, que visitamos siguiendo hasta la cantera de la que se extrajo el material para la obra.

Sin necesidad de volver por el túnel (de hecho estamos caminando sobre él) vamos hasta la carretera de Alocén, primero por una escalera que conduce al vacío y después por un camino al final del cual hay unos peldaños metálicos.

Tras el relativamente corto paso no queda sino llegarnos a Sacedón donde hemos apalabrado una mesa para tres y cachopo comunitario en el Bar Borneo a las dos y media, aunque antes nos tomamos una cerveza en el Bar Angui; lamentablemente ya no tienen Calatrava.

Tras el cachopo y una gran ensalada Fransuá como "chauffeur" se modera en la bebida, pero los pasajeros (Carlos y el Cronista) aprovechan la ocasión para una buena libación como mandan los estatutos de La Cosa, prolongada hasta bien avanzada la tarde antes de emprender la retirada.

Para ahondar más en la construcción de la presa y sus obras anejas, os dejamos este completísimo enlace.

Para ahondar en el trazado ferroviario que atravesaba Entrepeñas, ver este enlace.

Más Edutoursiol...

EMBALSE DE ENTREPEÑAS - I
Para alimentar las peleas y comentarios como en el pasado, no esperes más.

2 comentarios sobre “EMBALSE DE ENTREPEÑAS - I

  1. Christophe (Fransuá) dice:

    Gracias Puma para esta crónica nuevo estilo.
    Si hubiera calzado zapatillas (Runners) como es cada vez más de moda entre los senderistas/montañeros os hubiera tocado subirme a hombro por esta escalera tan abrupta.

  2. Puma dice:

    Está claro que al monte y montaña (y por los sitios que transitamos más aún) hay que ir con botas, como el gato 🙂

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