EL ALCUZCUZ DE PRÁDENA
DATOS TÉCNICOS | Tipo de ruta: A: travesía - B: circular | Desnivel neto: A:120 / B:0 m |
Fecha: 29/03/25 | Distancias recorridas: A 11,9 km - B 9,3 km | Desnivel acumulado: A:439 / B:392 m |
Núm. de participantes: 15 | Tiempo empleado: A: 4h20' / B:3h45' |

La ruta verde: en común, la verde oliva Panda A, la naranja: Panda B
Podría decirse que esta incursión es del género TYBA (1), pues el "leit motiv" es un cuscús en la Taberna El Trébol de Prádena del Rincón, si bien, como es habitual, Rastreator ha preparado una rutita "para hacer hambre".
Salimos de Paredes en dirección a la Presa de Puentes Viejas, que está desaguando y es digno de verse desde la orilla opuesta al aliviadero. A la salida del caserío un lugareño advierte a Rastreator del cuidado que hemos de tener pero éste le asegura que somos gente prudente (☹). Ora por caminos, ora por trochas, ora a la mecachiendiez(2), de laderas, llegamos al punto donde observar el fenómeno, espectacular y ensordecedor.
Hábilmente liderados por Rastreator viramos hacia el E, enfilando hacia el collado que separa La Corta, que dejamos a manderecha, de La Cabeza, que dejamos a la izquierda, bajando a la carretera que une Paredes con Serrada de la Fuente. Tras cruzar el Arroyo de Prado Espino por un puente, dejamos el asfalto para tomar a manderecha una senda, que abandonaremos para remontar paulatinamente siguiendo a unos 200 m del yo citado.
Cuando llevamos 2 horas desde la salida, aprovechando la protección de unos exiguos árboles para sentarnos y dar cuenta de nuestros viáticos a sotavento, tarea que nos lleva 25 minutos. Reemprendemos con brío la marcha porque el viento empieza a enfriarnos. 20 minutos y 1,2 km después, andando siempre campo a través, nos cruzamos con un camino. El cuerpo que va en cabeza (Rastreator, José Antonio, Santos y alguno más) ha salido de nuestro campo visual allende la loma y el Cronista, divisando en lontananza el caserío de Paredes, decide abortar la progresión y renunciar a seguir hasta Prádena. Se suman a la iniciativa Begoña, Carlos, Esperanza, y Fx+2A. Abandonarán el camino 600 m más adelante, siguiendo la propuesta de Begoña, para atrochar en dirección al poblado que resulta estar más alejado de lo que en principio parecía y al que llegarán una hora después tras vadear el Arroyo de los Tormos y el Malillo; este último sorteando alguna zarza que pone a prueba la delicadeza de alguna/o. En el trayecto se ven obligados a saltar varias cercas, de piedra seca algunas y de espinos otras, y llegan a Paredes junto a la casa de los convocantes.
Por su parte, el cuerpo expedicionario A, compuesto por 10 aguerridos y aguerridas cronopios y cronopias, sigue su fiera progresión hacia el destino. Veamos el relato de su líder (Rastreator):
La alegre sensación de libertad con el viento alborotando juguetón nuestros cabellos duró poco, recibí la inesperada noticia de la deserción de varios componentes de nuestra compañía, entre ellos nuestros padres fundadores: Puma y Félix. El miedo y el nerviosismo cundió al momento entre los antes felices caminantes, nuestros guías espirituales y de chistes nos habían abandonado!
No sé si fue el miedo o la pérdida de lastre pero nuestros pasos se volvieron ligeros y veloces, minuto a minuto atravesamos praderas, rodeamos espinos, saltamos riachuelos, ora el Malillo, ora el del Valle, ora el Santillos.., recorrimos trochas y caminos, subimos cuestas bajamos rampas, todo a velocidad endiablada hasta que en una revuelta del camino nos dimos de bruces con un rebaño de más de cien cabezas de ganado y cual bandoleros nos quedamos embobados y con hambre de unos ternerillos que en nuestro andar estaban cruzados. Deshaciendo el hechizo, como buen capitán, hice que prosiguiera la marcha por el camino de la Ermita hasta cruzarnos con el camino de las Suertes y poco más adelante giramos al oeste noroeste adentrándonos en la Dehesa de Ana Gutierrez, de fresnos y robles poblado. Fuimos atrochando (marca de la casa) y al salir encontramos el camino de los Descansaderos, ancho y de firme seguro, el cual seguimos hasta llegar al joven, en ese tramo, río Cocinillas, que un poco más arriba era salvado por dos puentes.., que ignoramos calándonos hasta las mismas enaguas. El resto ya es historia, encontramos a los desertores en la terraza del bar de la búlgara, secos y resecos, pues no les habían atendido.
Tras abandonar el Bar El Rincón (o de la búlgara como indica Rastreator en su relato) pasamos a la molicie tybera(1) compuesta por el alcuzcuz marroquí como plato principal (dos de pollo y uno de ternera), con sus bebidas, ensaladilla rusa, postres, cafés y libaciones varias a un precio muy razonable. En la prolongada sobremesa, Carlos, que no puede estarse quieto, organizó (como otras veces) un sarao o bailongo improvisado con un altavoz y su teléfono. Por cierto, amenaza con mercarse un enorme altavoz para sucesivas ocasiones.
Tras un receso en recoleto silencio en la solana, aprovechando los últimos rayos del astro rey, cada mochuelo tomó el camino de sus respectivos olivos, trayecto no exento de embotellamientos de tráfico para los no paredeños.
(1) Véase el significado en nuestro Gran Diccionario Edutoursiano
(2) Una modalidad de ruta, que se describe aquí.


















Fue un éxito la segunda ruta tybera del año. Hasta la próxima!
Buena crónica y bunas fotos.