¡AY FEDERICO GARCÍA!, LLAMA A LA GUARDIA CIVIL, QUE LOS NIÑOS SE HAN PERDIDO EN EL RÍO MONACHIL...

La historia que sigue tuvo lugar hace ya 13 años, exactamente el 8 de Agosto de 1996, jueves, aunque acabó el viernes 9.
Todas/os las/os avezadas/os Edutoursianas/os nos la han oído contar muchas veces, pero las neófitas y neófitos probablemente la desconocen, y es bueno que sepan como sus líderes, también son humanos y yerran ¡y de qué manera!
Nos proponíamos llevar a cabo una ruta que, en principio, no debía plantear grandes dificultades. Dejamos un coche en Monachil (en plena Sierra Nevada)y con el otro nos fuimos hasta la Casa Forestal de la Cortijuela, a donde se llega tras recorrer unos 8 km. después de Cumbres Verdes.
El grupo lo componíamos el Ínclito Director General, en funciones de guía y conductor, su santa Carmen, este Cronista, su hijo Alberto y su cuñado Rafa.
Después de almorzar, nos pusimos a caminar hacia el mediodía, subiendo al Collado de Matas Verdes, para bajar hacia el Cortijo de la Dehesilla, en donde nos bañamos en una alberca y comimos higos. El cortijo estaba habitado pero en esos momentos no había nadie. Seguimos hacia la Central de Diéchar, a donde llegamos demasiado tarde y, no encontrando la senda hacia la Central de la Vega, nos metimos por el barranco del río Monachil (el de "más mala follá" de Graná, según el teniente de la Guardia Civil que nos rescató). Gran error, pues el avance se tornó muy difícil y lento, a causa de la vegetación y las piedras, y acabó cayendo la noche. No llevábamos linternas, por lo que hubimos de pasarla acurrucados unos junto a otros, sin ropa de abrigo (una toalla era lo único), sin alimentos (una bolsa de patatas fritas) y sin saber realmente en qué punto estábamos. Hicimos una fogata para darnos calor, y hubimos de beber agua directamente del río. Pasamos frío, pues aunque era verano, la temperatura aquella noche bajó hasta 10º
Al dia siguiente, en cuanto amaneció, continuamos la marcha y al cabo de casi dos horas llegamos a la Central de la Vega, cayendo en la cuenta de que aún nos quedaba un gran trecho hasta Monachil. Estábamos agotados y exhaustos, sin comer, apenas sin dormir, y al oír los ladridos de un perro pensamos que había alguien en la Central que podría ayudarnos. No fue así y decidimos llamar a Protección Civil para que enviaran un coche por la pista de servicio de la Central a buscarnos.
Detallamos claramente la situación, indicando que no teníamos ningún herido y en qué punto nos encontrábamos. Parece que no lo supieron explicar bien a la Guardia Civil (Sereim), y les dijeron que había 5 personas "atrapás" en el Cañón del Monachil entre las centrales de Diéchar y de la Vega. Por esa razón los dos guardias que fueron a nuestro encuentro dejaron su coche en la Central de Diéchar y recorrieron el río hasta la de la Vega, según nos dijeron "por el camino que habíamos abierto" nosotros, viendo incluso donde habíamos pernoctado. Tardaron más de una hora (de día y conociendo el terreno) y uno de ellos se despeñó apareciendo con la camisa hecha jirones y sangrando por varias heridas aunque de escasa entidad.
Cuando llegaron y nos dijeron dónde habían dejado su coche les hicimos saber que, en lugar de 5 éramos 7 los que necesitábamos que nos rescatasen. Mira tú por dónde, llegó entonces el guarda de la Central (José), que con su Land Rover nos subió a todos hasta el camping de El Purche, donde pudimos comer un bocado. Una patrulla de la Guardia Civil, avisada por los otros dos guardias nos llevó hasta Monachil para recoger nuestro otro coche.
El pasado día 12 de Agosto, este Cronista, ha tenido la oportunidad de reencontrar a José, el guarda de la Central, con quien ha recordado aquella historia y ha culminado, con éxito, el tramo de la ruta que quedó pendiente hace trece años.
Después de aquél bochornoso asunto, hemos de manifestar que nunca hemos vuelto a recurrir a ayuda externa, ni siquiera en situaciones difíciles, incluso con heridos de cierta consideración, ya que nos "hemos evacuado" nosotros solos, con nuestros propios medios, pese a que, como federados, tenemos cubiertas estas contingencias.
Aprovechamos para recordaros la conveniencia de tener al día la Licencia Federativa, que aún no hemos gestionado como Grupo, con el consiguiente ahorro.

Más Edutoursiol...

¡AY FEDERICO GARCÍA!, LLAMA A LA GUARDIA CIVIL, QUE LOS NIÑOS SE HAN PERDIDO EN EL RÍO MONACHIL...
Para alimentar las peleas y comentarios como en el pasado, no esperes más.

7 comentarios sobre “¡AY FEDERICO GARCÍA!, LLAMA A LA GUARDIA CIVIL, QUE LOS NIÑOS SE HAN PERDIDO EN EL RÍO MONACHIL...

  1. daniel dice:

    Comento el tema de la licencia federativs, que Enrique menciona de pasada, soy partidario de que nos federemos como grupo y si se está pensando en hacerlo contad con mi adhesión. Confío empezar con las mrchas a finales de septiembre o en octubre. Un saludo para todos.

  2. Cristobalito dice:

    En cuanto al comentario del compañero Daniel, apoyo la moción sin vacilar, ya que más económico nos saldrá.

  3. Cristobalito dice:

    Nos tenéis mal acostumbrados, ya que las aventuras e historias, de las que hace ya casi tres años formo parte, son para mí y mi hijo, y no me cabe la menor duda que también para el resto de los asiduos compañeros, el mejor complemento de viaje; ¡Que digo complemento, son una parte importantísima!

  4. Cristobalito dice:

    Pues que sería de Edutours, sin esos chaparrones inesperados que nos ponen como sopas, esas caídas inesperadas que dejan a las compañeras patas arriba, esas zarzas que nos cortan el paso y que quitamos con una podadora de jardín, esos coches que no arrancan por cabezonería de conductor y vehículo. y que decir de los CSHF en SAUCA,o las patatas machaconas de PRADOSEGAR. Por todo ello ¡Aúpa Edutours!

  5. daniel dice:

    Criss, creo que hay que adquirir la licencia de grupo no sólo porque sea más barata sino porque es conveniente.

  6. PUMA dice:

    El poema ìntegro, rescatado gracias al DGC, reza así:
    "Ay Federico García,
    llama a la Guardia Civil,
    que los niños se han perdido
    en el río Monachil.
    A las diez de la mañana,
    bajo las ramas de un olmo,
    Guardia Civil caminera
    los llevó codo con codo.
    Ya están todos a salvo
    de la sed y de los lobos.
    subiendo la cuesta blanca.
    Y tomando café y bollos,
    recuerdan la noche negra
    sin cenar ni pegar ojo."

Responder a daniel Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *