¡CARRATIERMES NO NOS QUIERE, VAMOS A BERLANGA! (O EL DILUVIO Y EL LAGARTO)

DATOS TÉCNICOSTipo de ruta: ida/vueltaDesnivel neto: 0 m
Fecha: 02/05/25Distancia recorrida: 3,7 kmDesnivel acumulado: 55 m
Núm. de participantes: 6Tiempo empleado: 1h29 min
¡CARRATIERMES  NO NOS QUIERE, VAMOS A BERLANGA! (O EL DILUVIO Y EL LAGARTO)

"LA GESTA" o "CANTAR DEL MÍO EDUTOURS"

A diecisiete leguas de Soria y a ocho de San Esteban

existen viejos vestigios de una antigua cultura:

una próspera colonia de celtibérica factura,

unos restos que aún perduran entre montañas y piedras.

Era un día infame, día atroz y puede que de amargura.

En dos fogosos corceles, raudos como una centella,

habían llegado a Tiermes los donceles y las doncellas.

Procedentes de comarcas más sureñas,

tuvieron que abandonar su paseo por las peñas.

Empapados traen sus ropas por efecto de las aguas

y pese a que hay algún paraguas, llegan todos como sopas.

Los ujieres del Museo se apiadan de su desventura

y les prestarán apoyo restaurando su compostura.

"LA CRÓNICA"

Cristina, que organiza la ruta, nos cita a las 8:30 en Somosierra. Yolanda y Rastreator, dadas las previsiones meteorológicas, no tienen muy clara su participación, aunque se animan a acompañar al menos -dicen- al resto del somatén hasta destino y allí decidirán. Finalmente participarán en la gesta, ateniéndose solidariamente a las consecuencias.

Son casi las once cuando comienza la andadura desde el aparcamiento del Museo, enfilando hacia el este junto a unos cortados de arenisca rojizos muy interesantes. Tras recorrer unos 600 m, se desvían a manderecha acercándose al río Tiermes, señalando la directora de ruta que hemos de alcanzar los cortados de la orilla opuesta. Más campos y caminos están totalmente encharcados y no encuentran el puente para cruzar el cauce, bastante torrencial.

Regresan pues al camino, siguiendo la margen izquierda. Cuando acaban los cortados y se abre una campa (a poco más de un km. desde el inicio), un prometedor camino descienda suavemente por la derecha. Lo siguen y encuentrar el deseado rústico pontón de troncos que permite cruzar a la otra orilla del río.

Pero la maleza impide seguir al borde del río y deciden seguir un aparente camino que sube ligeramente junto a la barranquera que forma el río Manzanares por los cortados pensando que más adelante, quizá, puedan retroceder y recuperar el cauce del otro río.

La, hasta entonces, fina e intermitente llovizna se transforma casi instantáneamente en inclemente aguacero con atronadores retumbos, que evoluciona a cruel granizada.

La elemental prudencia obliga a la hueste a emprender una rauda retirada en la que emplean veinte minutos hasta el punto de partida. Allí se cambiarán de ropa, y, abortada la excursión, deciden trocarla por turística expedición aprovechando la jornada.

Tras unas cervezas en el hotel cercano, por consejo del ventero, deciden encaminarse a Berlanga de Duero para comer, pero todos los restaurantes (hasta seis) en los que lo intentan están al completo dado que en la capital del Reino es fiesta y los madrileños se han esparcido por doquier (el único no residente en la Villa y Corte, precisamente, es el Cronista). Como el hambre aprieta y no ha habido oportunidad para dar cuenta de los viáticos, que siguen aún en los zurrones, sentados ante la Colegiata algunos en un banco y otros en la misma acera (que tiene su bordillo), dan cuenta de sus provisiones.

Después en Casa Vallecas toman cafés y copas, antes de dirigirse al Castillo. La entrada (7 €) da derecho además para visitar la Colegiata de Santa María del Mercado, donde está colgado el "Lagarto" (caimán disecado que se trajo Fray Tomás de Berlanga de Panamá) y la Ermita de San Baudelio, expoliada miserablemente de sus frescos mozárabes a pricipios del pasado siglo.

Las huestes vuelven al caserío para unas últimas compras y el Cronista, que está más cerca de su residencia que los demás decide abandonarlos en su regreso a Somosierra y Madrid, volviendo por Caltojar, Atienza y Jadraque a su campiñera residencia.

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Para alimentar las peleas y comentarios como en el pasado, no esperes más.

1 comentarios sobre “¡CARRATIERMES NO NOS QUIERE, VAMOS A BERLANGA! (O EL DILUVIO Y EL LAGARTO)

  1. Cristina dice:

    ¡Jajaja! muchas gracias por la crónica y por "el Cantar del mío Edutours".
    Muy ingenioso, Puma.

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