CAMINATA A LA LUZ DE LA LUNA - 17
Anteanoche, madrugada del sábado, llevamos a cabo la decimoséptima CALULU, hollando los mismos parajes por los que, a la luz del sol, transitamos hace 26 años (01/02/97).
En aquella ocasión se dio un hecho histórico: la creación de una ficha de ruta, tosco embrión de lo que se materializaría un mes más tarde (08/03/97, Nacimiento del río Henares) como "Crónica" y que, desde entonces, este Cronista ha venido manufacturando regularmente para todas y cada una de las salidas de Edutours® en las que le ha cabido la honra de participar (exactamente 523).
En aquella (histórica) ocasión sólo tomaron parte los tres Senadores más veteranos de La Cosa: el DGC, Fx+2A y quien esto escribe. En la de hace unas horas, han vuelto a repetir la jugada, siendo escoltados por otros dos veteranos: Cristóbal, Fransuá y un (casi) neófito Carlos. En los documentos gráficos que se acompañan se pueden ver algunos de los atributos genuinamente edutoursianos que ya atesorábamos en la época: los excéntricos tocados del Cronista (en la ocasión un genuino gorro pastoril de Madeira), el sondeo de vestigios históricos, el sentido del humor y el afán de aventura (este último, hoy necesariamente moderado en función de la provecta edad de los más ancianos, que rondan la ochentena).
El contrapunto es la foto con la que se introduce esta entrada, correspondiente a la "aventura" de ayer. Aunque la Luna sólo nos acompañó poco más de dos horas en nuestro caminar, nos permitió a cambio, con su ocaso, la contemplación de un maravilloso y estrellado cielo nocturno en el que todas las constelaciones y la Vía Láctea luciendo esplendorosamente continuaron alumbrándonos el camino entre Anguita y Luzón, siguiendo el curso del Tajuña.
Como detalle anecdótico, en algunos momentos pasamos frío, pese a ir bastante abrigados. En torno a las cuatro hicimos un alto para descansar y tomar algún bocado, y cuando nos pusimos de nuevo en marcha, veinte minutos después, estábamos casi ateridos: la temperatura ambiente debía rondar los 7º (soltábamos vaho en la respiración). La baja temperatura favoreció la ausencia de mosquitos. Por el camino tuvimos oportunidad de encontrar varios venados en la carretera, que nos hicieron dar algún volantazo que otro.
Empleamos en la caminata algo más de cuatro horas y media, incluyendo paradas, para recorrer los poco más de 12 km de trayecto (empezamos a caminar a las dos, y acabamos a las siete menos veinte). Los CHF en el km 112 de la A-2, aunque hubimos de esperar a que abrieran la cocina.
Q valor tienes Cronista !!! Empezar a andar a las 2 de la madrugada con lo bien q se está en la cama !!!
Lo más duro, no es caminar, es la vuelta… Pero fue una ruta preciosa. Con luz de Luna, luego tramo para ver la vía láctea en tado su esplendor antes del amanecer. 😍
Bonito gorro!!