ALLA FINE, DI VERGOGNA

Ni Cerrón, ni Molino de Peñalba, ni Hiruela Vieja, ni Peña del Águila. Eso sí buena pitanza en el puerto de Somosierra.
Para los/as cronopios/as que no tuvieron la fortuna de participar en esta "gesta", antes de que se enteren por tercerías de lo acontecido, relátolo para escarnio de quienes sí participamos (la befa la dejo a vuestro criterio).
Héteme que el día estaba díscolo y en llegando al puente sobre el Jarama, donde teníamos previsto el inicio de nuestra ruta, no veíase sino recia fosca. Así que consensuamos una alternativa que obviara las alturas y que fuera por las bajuras.
Casualmente, el Cronista había incursionado seis años atrás por el valle del Jaramlla en pos del despoblado de La Hiruelilla, abandonado al parecer tras un incendio allá por los años 50 del siglo pasado, caserío que no llegó jamás a tener luz eléctrica (en tales condiciones se vivía en la comarca por entonces). Desde Peñalba de la Sierra emprendimos el paseo, teniendo la fortuna de contemplar una bella cascada que, por mor de las desaparecidas nieves recientes estaba muy nutrida de caudal, que forma el Arroyo de Cañamar.
El Cronista estuvo entonces en lo que quedaba del Molino de Peñalba en donde se molió el centeno que se cultivaba en los campos aledaños hasta el año 1964. Cuentan que, incluso traían su grano los de Majaelrayo, por el excelente caudal que lo movía, y también los de la vecina aldea de Cabida. Hace seis años aún se conservaba el rodezno y la piedra volandera.
Bueno, pes fuimos incapaces de dar con el dichoso molino y, tras media hora de lucha con la maleza, abandonamos, retomando nuestra ruta que debía llevarnos hasta La Hiruela Vieja. Pero pasado el rústico pontón de troncos (que aún es practicable) que cruzando el Jaramilla, enfila hacia el camino de Majaelrayo al Puerto de la Quesera, tuvimos que dar media vuelta porque la vegetación era realmente impenetrable.
Retrocedemos hasta Peñalba para atacar el antiguo camino de La Hiruelilla, que sube por la loma de la Peña del Águila, y el tiempo comenzó a empeorar cuando ya habíamos subido un buen tramo. Como pasaban de las dos de la tarde (habíamos empezado antes de las diez, optamos por renunciar y marcharnos a Somosierra a comer. Y aquí acaba la historia, si non e cherta et veritata, que me arranquen un capello.

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ALLA FINE, DI VERGOGNA
Para alimentar las peleas y comentarios como en el pasado, no esperes más.

Un comentario sobre “ALLA FINE, DI VERGOGNA

  1. Crisleal dice:

    Gracias por compartir vuestra aventura/desventura en la pasada jornada sabatina.
    Menos mal que siempre queda para lo último lo mejor!!...El buen yantar!!.
    Bss.

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