PARA MATAR EL RATO

Aprovechando que el hijo del Cronista estaba por tierras malagueñas, que siempre se ve obligado a hollar en solitario el citado por abandono de la grey amiga, consintió en rendir visita al Caminito del Rey con la previsible bullanga turística (y en algunos casos patosa). Obviamente es interesante, sobre todo porque con ese mismo hijo (el Cronista no tiene otro, si otra hija, pero no hijo) hace casi veinte años cuando sí era una aventura lo holló en parte, hasta que el número de agujeros y que al pisar en un determinado momento se abrió uno nuevo, les aconsejaron dar media vuelta para mantener su integridad física.
Fue un recorrido rápido, tanto que alcanzamos al grupo que nos precedía (cada media hora sale una caterva) y llegamos a comer a Benalmádena.
Infórmase a quien quiera transitarlo que, aunque aparentemente hay ir provisto del oportuno billete por internet, siempre guardan algunos para su venta a la entrada.
Calor sofocante y bellas vistas, sin más.

Hoy nos hemos dado una paliza subiendo desde Puerto Rico, en Marbella hasta la Cruz de Juanar. El Cronista que acompañaba a Alberto y David y que no está acostumbrado a hollar estas bellas sierras en verano a horas avanzadas de la mañana (sólo al amanecer). de resultas de una pájara por "la caló" les ha esperado en el Puerto de Marbella (que no es el costero, conste, sino un collado, junto al Mirador del Macho Montés) ha aguardado, literalmente desvanecido, su ascenso a la Cruz de Juanar (300 m en 1000 m) en la solana. Por fortuna, el día estaba nublado, lo que no ha sido óbice para soportar temperaturas de 30 a 34 grados.

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PARA MATAR EL RATO
Para alimentar las peleas y comentarios como en el pasado, no esperes más.

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